La subjetividad en la historia
Quizá el mayor problema filosófico que plantea la historia como ciencia, desde una perspectiva analítica de la historia, es decir, desde la perspectiva en que se analizan los elementos, procedimientos de la historia que la hacen ser una aspirante a ciencia (entendiendo ciencia bajo el paradigma de la ciencia natural, considerada por muchos las únicas capaces de entregar conocimiento)
Tomando como paradigma de ciencia las ciencias naturales, así para que un procedimiento, teoría, etc. sea considerado objetivo debe ser planteado sin la injerencia de las creencias, prejuicios del científico, es decir, el hecho que el científico trata de explicar debe ser considerado de manera imparcial e impersonal, y en consecuencia comunicables a otros y capaz de repetición el experimento o explicación. Para que una la explicación pueda ser calificada de objetiva, no debe depender en ningún sentido importante de las idiosincrasias personales o de sentimientos privados de los investigadores.
El problema de la objetividad en la historia surge por las características propias de la investigación histórica, pues si definimos la historia coma la investigación de los actos humanos pasados, que no sólo los narra sino que intenta buscar el por qué se dieron de tal modo, entonces emergen dos problemas principalmente: primero el objeto de la historia, los actos humanos pasados, no está a disposición de experimentación empírica pues ya no son, es decir, el historiados no puede contrastar sus hipótesis pues no son repetibles los actos humanos pasados. Segundo como no tiene a disposición directa el historiador su objeto de investigación, él se debe valer de los vestigios dejados por los actos humanos, sean monedas, documentos, instituciones, etc. Para poder reconstruir los actos humanos pasados, y es en este procedimiento de seleccionar evidencias que resalta el alto grado de subjetividad que opera en el historiador, pues debe él elegir cuáles evidencias son relevantes y cuáles no para reconstruir el pasado. Además un historiado no podría ni siquiera intentar utilizar toso elemento pasado debido a la enorme cantidad de ellos.
Pero no sólo surge el problema de la alta subjetividad del historiador en el proceso de seleccionar las evidencias, sino, quizá mayormente, en la interpretación de los “hechos” y en las conclusiones alcanzadas en su investigación. El historiador para poder entender los actos humanos pasados, debe asumir una teoría (hipótesis) que explique tales hechos, pues sino la tarea de él se vería reducida a la mera recopilación de evidencias (datos) del pasado que no poseen ningún sentido. Y dependiendo de la interpretación que tome del pasado, llegará a ciertas conclusiones del los actos pretéritos.
La interpretación y selección de evidencia relevante están influidos por factores subjetivos privados, por ejemplo prejuicios, por creencia grupales, supuestos compartidos por una comunidad; además por teoría interpretativas de la historia, es decir, por teorías que postulen cuáles son los factores relevantes en el curso de la historia, por ejemplo la teoría marxista de la historia que cree que lo que determina y ha determinado la historia son los factores económicos. Y por último las concepciones metafísicas y morales, es decir, aquellas creencias que profesan una visión de la naturaleza humana, del bien para el hombre, etc.
Un buen historiador debería suspender sus juicios privados con respecto a ciertos acontecimientos para ser lo más objetivo posible, sin embargo resulta sumamente difícil al investigador deshacerse de todos los factores que influyen en su interpretación, pues es gracias a ellos que puede dar cierta coherencia, y explicarlos.
Concluimos que la historia no puede aspirar a la objetividad que posee las ciencias naturales, pues su objeto no está a disposición de experimentación y la reconstrucción del pasado depende en gran medida de las diversas presuposiciones subjetivas de los individuos que tratan de explicarla. Pero que la historia no sea igual de objetiva que las ciencias no implica que no pose un cierto grado de objetividad.
Rolando Killko Mallku Llanovarced Kawles.
2 comentarios:
La modernidad creyó qu epodia reducir todo conocimiento a la fisica y a la matemática... Usted está reduciendo todo conocimiento histórico al paradigma de la ciencia. Gracias a los dioses sabemos que LA MAYORIA DE LAS COSAS no funcionan ni se rigen bajo el método científico, así qeu tratar de reducirlo todo a éste es poco menos que un absurdo. Objetividad histórica: ¡claro! Hacer que la historia funcione como la ciencia es una tarea absurda! sencillamente es un problema de objeto de estudio.
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