lunes, diciembre 10, 2007

§ 3. La primacía ontológica de la pregunta por el ser


Heidegger parte preguntando: ¿para qué sirve la pregunta por el ser? ¿Será una pregunta muy universal o es la pregunta más fundamental de todas?

Ser es ser del ente. Segundo paso... Si tomamos la historia y queremos abarcar su totalidad esto no quiere implicar un dominio de sus ser, ya que los hilos conductores se remiten algo más esencial que una conservación de "manuales", se remite a las bases fundamentales de su estructura (en cierto modo, a lo que sostendría, por ejemplo, un paradigma), pero como dije, el movimiento de una ciencia se produce "por la revisión más o menos radical (aunque no transparentemente para sí misma)". ¿Por qué no transparente?, porque una revisión parte del ente y termina en lo ente, pero "inconscientemente" el ente interpreta a este ente "en función de la constitución fundamental de sus ser", o sea el hombre interpreta a la historia (por ejemplo) según la función de la constitución fundamental de lo que es la historia (y no la de la biología o la psicología, sino la historia).

Aristóteles (ejemplifica Heidegger) justifica la lógica desde su método, investigando así su estado momentáneo desde su ciencia, pero también pueden verse un paso desde una investigación "positiva" hacia una pregunta ontológica de ser (vaga, pero es una aproximación... no??) Y es así que Heidegger propone que lo filosóficamente primario no son los conceptos de la historia, ni la teoría del conocimiento histórico, sino que es "la interpretación del ente propiamente histórico en función de su historicidad".

Ojo, el preguntar ontológico es más "originario" que el preguntar "óntico" (ser) de las ciencias positivas, pero eso no quita importancia y validez de este hecho, lo que se quiere exponer es lo siguiente (dije Heidegger):


"Toda ontología, por rico y sólidamente articulado que sea el sistema de categorías de que disponen, es en el fondo ciega y contraria a su finalidad más propia si no ha aclarado primero suficientemente el sentido el ser y no ha comprendido esta aclaración como su tarea fundamental".

lunes, noviembre 05, 2007

§ 2. La estructura formal de la pregunta por el ser


Partamos por esto: "toda pregunta es una búsqueda". "Preguntar es buscar conocer al ente en lo que respecta el hecho de que es y su ser-así", o sea, la búsqueda cognoscitiva puede transformarse en investigación (por ejemplo), pero él preguntar al preguntar por el ente tiene ya su propio carácter de ser, por lo tanto expone Heidegger, que la pregunta por el ser debe ser planteada.

Heidegger plantea que a pesar de no saber lo que significa ser, al preguntarnos sobre él (¿qué es?) Tenemos una compresión sobre el es (aunque sea vago) y esto es un hecho.

A veces es complicado realizar un investigación sobre el ser, ya que su idea puede estar "contaminada" de prejuicios y tradiciones propias de nuestra cultura (sea oriental u occidental), por lo tanto sólo deberemos referirnos (por ahora) a la pregunta por el ser que determina al ente en cuanto ente (por ejemplo la frase "el reloj es", en que determina el "es" al reloj en cuanto reloj). Pero el ser del ente no es un ente y he aquí una de las grandes importancias del preguntar por el sentido del ser.

Parecen (dice Heidegger) "que lo interrogado en la pregunta por el ser es el ente mismo. El ente será interrogado... respecto de su ser".

Vemos ahora algunas breves definiciones de ser y ente según Heidegger:


Ente: es todo aquello de lo que hablamos, lo que mentamos, aquello con respecto a lo cual nos comportamos de esta o aquella manera; ente es también lo que nosotros mismos somos y el modo como los somos.

Ser: se encuentra en el hecho de que algo es y en su ser-así, en la realidad, en el estar ahí (Vondanderheit).

Dasein: ente (que pregunta por el ser, y que su modo de ser está determinado esencialmente por aquello por lo que en él se pregunta) que somos en cada caso nosotros mismos, y que, entre otras cosas, tiene esa posibilidad de ser que es el preguntar. Este ente al plantearse explícita y transparentemente la pregunta por el sentido del ser debe exponerse (como ente) a su ser (como diríamos en la traducción al español; como ser-ahí)

"Un ente puede determinarse en su ser sin que sea necesario disponer previamente del concepto explícito del sentido del ser" (o sea, el hombre puede preguntarse por el ser sin tener la más mínima idea de qué rayos es el ser). Esta es la base del conocimiento ontológico.

miércoles, octubre 31, 2007

Mes sabático


Me tomé este mes para descansar del ocio reflexivo, pero ya estoy de vuelta. Acá dejo éste video como "preámbulo" al siguiente apartado de "Ser y tiempo"; La estructura formal de la pregunta por el ser.


lunes, septiembre 24, 2007

Introducción, capítulo primero: necesidad, estructura y primacía de la pregunta por el ser


§ 1. Necesidad de reiterar expresamente la pregunta que interroga por el ser

Antes de iniciar la reflexión, quiero aclarar que existen dos traducciones serias al español de "ser y tiempo"; la de José Gaos (1951) y la que estoy leyendo hoy y que me referiré en las posteriores ocasiones (la de Jorge Eduardo Rivera), la primera tienda ser mucho más técnica, mientras que la segunda suele ser un poco más accesible.


"Porque manifiestamente vosotros estáis familiarizados desde hace mucho tiempo con lo que propiamente queréis decir cuándo usáis la expresión "ente"; en cambio, nosotros creíamos otrora comprenderlo, pero ahora nos encontramos en aporía."
Platón, el sofista.


Heidegger quiere mostrarnos que el sentido inicial de ésta labor es tratar de aclarar y comprender justamente el sentido de la palabra ser, esto es debido a que la pregunta puede ser atraído en el olvido y aquí muchas veces se piensa que el concepto "ser" es el más universal y evidente de todos, pero Heidegger nos dice que efectivamente es el más universal, pero también el más vacío, y para ello nos plantea tres prejuicios sobre el concepto "ser"

El primer prejuicios es que el "ser" es el concepto más universal, y efectivamente es el concepto más universal, pero no es ni el más claro y mucho menos está fuera de toda discusión, ya que este concepto universal tiende hacer muy oscuro. Hegel decía que el ser "es lo inmediato indeterminado".

El segundo de los prejuicios es el que nos dice que el concepto ser es indefinible, lo que primero nos aclara Heidegger es que no debe confundirse al ser con el ente, por lo tanto, el ser no es una entidad, y no se le puede dar un trato como tal, pero si puede existir una pregunta por su sentido (y esto me recuerda mucho al alcance hecho por mi buen amigo Sergio en la publicación anterior, quien me hizo ver un punto que no habia visto anteriormente), y es ahí donde podemos acercarnos o aproximar nos al ser.

El tercer prejuicio es el que nos dice que el "ser" es un concepto evidente por sí mismo, ya que como lo utilizamos cotidianamente no cabría entonces interrogarnos sobre el, ya que lo deberíamos saber implícitamente, pero lo que quizás no se plantea el vulgo es que a pesar de que comprendamos la utilización de la palabra ser, esta palabra sigue siendo un misterio.

Bueno amigos, cualquier duda, consulta, alcance o corrección, por favor háganmela saber. Hasta la próxima.

sábado, septiembre 08, 2007

Pequeños pasos hacia un ambicioso e incierto desenlace (Parte II)


Recogiendo lo previamente visto, podemos recordar que lo preocupante es lo que justamente da que pensar, pero lo que está por pensar es justamente lo que le da la espalda al hombre, de que se retira y aparece ausente, pero aquí según lo que explica Heidegger, lo que parece ausente y se retira, árabes nos atrae, y aquel hombre en su esencia tiende a mostrar, tiende proyectar. Citó a Heidegger:

"Arrastrando a lo que se retira, en la línea que lleva hacia este y con ello, mostrando en dirección a lo retirado, es ante todo como el hombre es hombre. Su ser descansa en ser uno que muestra."

El hombre tiende proyectar, a mostrar, y es así como el hombre pasa a ser un signo que nos permite justamente acceder a esto "por pensar", que se retira paulatinamente, pero que a través de esta atracción nos atrae paulatinamente.

La memoria permite pensar en lo pensado, pero la vez permite unir lo que "está por pensar" (más o menos como fue expuesto en la primera parte de este artículo), y de esta manera, el hombre pasa de ser un signo, hacer un "signo de interpretación" (Como expone Holderlin), esto puede verse claramente en este diálogo entre Sócrates y Alcibiades:


"¿Por qué, Sócrates santo, estás agasajando

a este muchacho siempre? ¿Nada más grande conoces?

¿Por qué con amor, como a dioses, lo miran tus ojos?

Respuesta:

"Quien pensó lo más profundo, éste ama lo más vivo;
excelsa juventud comprende quien el mundo miro
y los sabios se inclinan a menudo, al fin, hacer lo bello"

En este caso, el estar-por-pensar, exige una exhortación de lo ya pensado hacía lo por pensar, hacia lo preocupante, y ésta y donde Sócrates nos dice la frase "quien pensó lo más profundo, éste ama lo más vivo".

Parece que la base del pensar justamente está en el percibir, o sea saber el ente en su ser, y percibir a partir de ser del ente. Para ello Heidegger cita a Pármenides:


"Pero una misma cosa es el percibir y aquello por lo cual el percibir
porque sin el ser del ente, en el cual esto (es decir, el percibir) está en tanto que
lo dicho nos encontrarás el percibir"


El pensar es una presentación de lo presente, del presente en su presencia, y este presente se representa en el pensar (aquí el representar sería entonces un rasgo fundamental del pensar).

De este modo como, la filosofía muestra cosas como sino hubiera nada que preguntar, pero en realidad esto es sólo una apariencia de esta representación, y por lo tanto cobra especial importancia la verdad como desocultar (Aletheia), que es justamente la tarea del filósofo y de la filosofía. Cito a Heidegger:


"El provenir esencial del ser del ente no está pensado. Lo que propiamente está por pensar queda reservado. Todavía no se ha convertido en digno de ser pensado por nosotros. Por esto nuestro pensar aún no ha llegado propiamente su elemento. Todavía no pensamos de un modo propio. Por esto nos preguntamos: ¿qué quiere decir pensar?"

Con este preámbulo, doy inicio al análisis de "Ser y tiempo". Hasta la próxima amigos míos.

domingo, agosto 19, 2007

Una broma para distender los ánimos filosóficos


¿POR QUÉ EL POLLO CRUZÓ EL CAMINO?
RESPUESTAS:


PROFESOR DE PRIMARIA: Porque quería llegar al otro lado.
PROFESOR DE SECUNDARIA: Aunque se los explique, queridas bestias, no podrán entenderlo.
PROFESOR DE LA UNIVERSIDAD DE CHILE: Para saber por qué el pollo cruzó el camino (tema que se incluirá en el parcial de mañana), lean los apuntes desde la página 2 a la 3050.
BUDA: Preguntar eso niega tu propia naturaleza de pollo.
MOISÉS: Y Dios bajó de los cielos y le dijo al pollo... "Cruza el camino". Y el pollo cruzó el camino y todos se regocijaron.
SÓCRATES: ¿Sabes qué es un pollo?.
PLATÓN: Porque buscaba salir de la caverna.
ARISTÓTELES: Está en la naturaleza de los pollos cruzar el camino
HIPÓCRATES: Debido a un exceso de humores en sus páncreas.
SANTO TOMÁS: Para descubrir la escencia y existencia del camino.
MAQUIAVELO: La cuestión es que el pollo cruzó el camino. ¿A quién le importa por qué?. El fin de cruzar el camino justifica cualquier medio.
CRISTÓBAL COLÓN: Para ir donde ningún pollo ha estado antes.
DESCARTES: El pollo cruzó el camino y luego existió.
SHAKESPEARE: Para ser.
HUME: Buscaba una experiencia sensible.
KANT: Porque quería descubrir más allá del fenómeno "neumo" del camino.
QUESNAY: Porque buscaba más tierra.
HUSSERL: Fenomenológicamente, el pollo debe descubrir el camino.
NITZSCHE: El pollo ha muerto... ¡Viva el camino!.
HEGEL: Hay una relación dialéctica entre el pollo y el camino.
ENGELS: ¿Por qué no cruzó el pollo el camino?.
MARX: Era una inevitabilidad histórica.
DARWIN: A lo largo de grandes períodos de tiempo los pollos han sido seleccionados naturalmente de modo que ahora tienen una disposición genética a cruzar caminos.
ALBERT EINSTEIN: Si el pollo ha cruzado el camino o el camino se ha movido debajo del pollo depende de tu marco de referencia.
ANTONIO GRAMSCI: Para hacer la revolución cultural del camino.
SIGMUND FREUD: El hecho de que estés preocupado porque el pollo cruza el camino revela tu inseguridad sexual.
HEINRICH RICKERT: Para hacer la hermenéutica del camino.
HEMINGWAY: Para morir. Bajo la lluvia.
BORGES: Porque salió del laberinto y no quiso meterse en las ruinas circulares.
HEIDEGGER: Porque está-en-el-mundo y hubo una referencia significativa con el camino... se le interponía en su camino.
JEAN PAUL SARTRE: Porque era libre.
LYOTARD: Porque el camino es muy postmoderna.
MICHEL FOUCAULT: Para descubrir cual es la estructura del poder del camino.
ETA: el camino representa a los vascos. El pollo cruzó a los vascos para pisotearlos y mantenerlos sometidos.
MARTIN LUTHER KING: Veo un mundo en el que todos los pollos serán libres de cruzar el camino sin que sus motivos se pongan en cuestión.
FIDEL CASTRO: Porque lo perseguía un yankie.
RONALD REAGAN: Se me ha olvidado.
BILL CLINTON: El pollo no cruzó el camino. Repito: el pollo no cruzó el camino.
SADDAM HUSSEIN: Fue un acto de rebelión no provocado y el que lancemos 50 toneladas de gas nervioso estuvo plenamente justificado.
BILL GATES: Acabo de lanzar el Pollo Office 2000 que no solo cruza caminos sino que pone huevos archiva tus documentos importantes y encuadra tus cuentas.

miércoles, agosto 15, 2007

Pequeños pasos hacia un ambicioso e incierto desenlace

Antes de adentrarnos en el complejo laberinto de ser y tiempo, creí conveniente crear un preámbulo a lo que vamos hacer, y mucho más aún, reflexionar sobre uno de los hechos más básicos (y no menos complejo) dentro de la filosofía: el pensar.

Heidegger en ¿qué quiere decir pensar? nos da una pequeña pauta la cual servirá como punto de referencia al trabajo arduo y laborioso que vendrá en futuras ocasiones.

Comúnmente nosotros decimos que el hombre es un ser pensante, ya que "supuestamente" yo sé que el hombre puede pensar, pero es en esta palabra, puede, en donde podemos ver la debilidad de nuestro argumento. El que yo pueda afirmar que alguien puede o no puede hacer algo no garantizan nada, ya que el poder es solamente una posibilidad (posibilidad que puede estar en potencia al no realizarla o en acto al realizarla, tal como diría Aristóteles).

Para que esta "capacidad" adquiera un mayor peso, es necesario que se proyecte hacia algo que nos guste (mögen), y eso gustado es algo que fue tomado en consideración por la persona, y a la vez al pensar en algo que nos gusta y que de nuestra consideración salimos de la esencia, produciéndose así el pensar. "Sólo si nos gusta aquello que, en sí mismo, es- lo- que- hay- que- tomar- en- consideración, sólo si somos capaces de pensar".

Pero ahora viene otro interrogante, y es la referida a lo que aprendemos, a lo cual Heidegger responde que: "el hombre aprende en la medida en que su hacer y dejar de hacer los hace corresponder con aquello que, en cada momento, le he exhortado en lo esencial". Volviendo un párrafo atrás, lo tomado en consideración y que nos exhorta a lo esencial desde ahora será llamado lo preocupante, ya que es lo que nada da que pensar y a la vez, por ello va a seguir siempre dando que pensar, ¿y en que se muestra entonces? Se muestra en que todavía no pensamos .

La filosofía en este caso adquiere una gran importancia, ya que en ella el pensar tiene un lugar de un modo preferente, pero hay que tener sumo cuidado con esto, ya que interesarse no es lo mismo que interesante, puesto que lo primero (Inter-esarse) es estar "entre" el asunto preocupante, en cambio los segundo es prestar atención banal y pueril de algo, semejante a la atención de la canción de moda, a la noticia deportiva del día o al tema de moda. La filosofía cuando es tomada como interesante, aunque se consulten muchos libros de ella, sólo se cae en un conocimiento de la historia de la filosofía, mientras que el interesarse quiere ir más allá, quiere referirse a "lo que da de pensar".

Pero al parecer lo que da que pensar se esconde, al igual que la verdad, tras un manto, le da la espalda al hombre, pero eso lo intentaremos aclarar el siguiente artículo...

martes, agosto 07, 2007

La ontología


Para comenzar, me disculpo por la cantidad de tiempo sin publicar, pero debido a la temática que quiero tratar, no puedo pecar de presuroso.

Comúnmente cuando se habla de metafísica, se suele referir a su problema esencial: ¿que existe?. A esta pregunta podemos darle dos respuestas, una proveniente del realismo (Aristóteles) y la otra derivada de idealismo (Kant).

Muchas veces cuando se trata de percibir esta respuesta mediante uno de estos dos caminos, notamos que son dos posiciones contrarias, difíciles de unir de manera clara y distinta. Por ello es necesario buscar una respuesta en otro sector de la filosofía, que es en el cual nos adentraremos poco a poco, este es la ontología, lo cual no es lo mismo que metafísica, pero sí cercanas.

Bueno señoras y señores, hemos estado el primer paso hacia este intrincado mundo Heideggeriano, y sabe Dios donde terminaremos. Ya lo decía Nietzsche, "los pensamientos que mueven al mundo, caminan con pies de paloma".

lunes, julio 30, 2007

Lo inevitable: El Dasein


Señoras y señores, les informo que éste segundo semestre casi todos los artículos corresponderán a Heidegger, para lo cual se reciben sugerencias y comentarios. Saludos a todos y hasta la próxima.

martes, julio 10, 2007

El derecho como “Ethos” (parte 3 y final)


En las obras sistemáticas la relación entre derecho y ética viene definida por dos planteamientos sucesivos; uno: el derecho abstracto, como primer momento del desarrollo del espíritu objetivo, es distinto de la eticidad /que representa el momento concluyente) e inferior a esta; dos: esa relación se recupera dialécticamente en el interior de la esfera ética (que culmina, entonces, en la institución del estado), transformándose de derecho abstracto en derecho real.

De la carencia de comprensión del fundamento ético del derecho –común a toda la corriente iusnaturalista- se deriva el error del presunto paralelismo entre el plano intraestatal y el internacional. Este error, esencial en la tesis del iusnaturalismo grociano, se repite también aunque de forma diferente en Kant. El iusnaturalismo de derivación grociana había fundado el derecho internacional sobre el hecho de que los estado, a la par que los individuos, estaban sometidos al orden jurídico natural; el iusnaturalismo critico lo funda, a su vez, sobre el hecho de que aquellos, al igual que los individuos, pueden estar sujetos al acto de la autodeterminación de la libertad y de la razón humana en que consiste el derecho.

En ambos casaos se incurre, según Hegel, en el error de considerar a los estados –sobre la base de la analogía con lo singular- como individuos o personas susceptibles de determinaciones jurídicas o morales. Por el contrario el estado, lejos de caer bajo tales determinaciones, constituye la expresión suprema de la eticidad y recoge en si el derecho y la moralidad como momentos precedentes e inferiores. Cada estado es como un individuo, pero su individualidad no es de naturaleza jurídica, sino ética. Considerando bajo este aspecto, el estado se considera no un individuo, que puede pacíficamente coexistir con otros individuos, sino el individuo, el “por-y-para-si”, la totalidad que excluye de si a los otros y extrae, de esta negación, el propio reconocimiento. Por consiguiente, la relación natural en la que los estados se encuentran recíprocamente es, en estas circunstancias y en principio, la guerra. Ya que la única forma posible de derecho internacional se plasma en el conjunto de tratados que los estados soberanos han estipulado entre si. Pero, también, de forma soberana, pueden decidir si continúan respetando o rompen e infringen estos acuerdos; y, en este ultimo caso, el único instrumento que queda para resolver la controversia es la guerra.

Es evidente que a Hegel le parece conceptualmente imposible la existencia de una “voluntad universal constituida como poder” sobre los estados singulares (superflua para el iusnaturalismo tradicional, mas allá de los horizontes de Hobbes, improbable y quizás ni siquiera auspiciable por Rousseau; tarea infinita de la razón para Kant), puesto que presupone la transformación del desarrollo dialéctico y la subordinación de los momentos superiores a los inferiores.

Muchas Gracias. Hasta la próxima.

lunes, julio 09, 2007

El derecho como “Ethos” (Parte 2)

Hobbes, Rousseau y Kant convinieron, en distinta medida, que el derecho no es la proyección de un orden natural externo al hombre, sino el resultado de un proceso de determinación del espíritu; sin embargo, no quedaba clara la naturaleza de este proceso. El sujeto que determina los contenidos jurídicos no es, en efecto, ni la voluntad de un monarca que se impone a la voluntad popular, como creía Hobbes, ni la voluntad general rousseauniana que, para Hegel, es todavía expresión de la voluntad individual, ni la razón trascendental de Kant, cuyo objeto permanece confinado en el ámbito de la idealidad. Por el contrario, el derecho es el resultado de un proceso de autodeterminación del espíritu universal que anima toda manifestación de lo real. Y, ya que el espíritu tiene entre sus atributos fundamentales la “concreción” (la facultad de objetivarse en lo real) y la “organicidad” (facultad de articularse en una totalidad que subsume la multiplicidad en la unidad), el derecho no puede realizarse si no es en el ámbito de esa totalidad orgánica concreta que es el ethos de un pueblo. La inserción del derecho en la esfera de la ética es un elemento nuevo con el que Hegel intenta llevar a termino la “desnaturalización” (y, desde aquí, la “espiritualización”) del derecho y, con ella, explicar su “superación” del iusnaturalismo.

Hegel, en “Sobre las maneras de tratar científicamente el derecho natural”, examina y critica las dos formas habituales de considerar el derecho natural: la empírica, propia del derecho natural pre-Kantiano, y la formal, identificable con el iusnaturalismo trascendental de Kant. El reproche fundamental que Hegel dirige a ambos derechos es el de no haber recogido la naturaleza orgánica de la vida política y de haber, por tanto, impedido la comprensión del fundamento ético del derecho. En efecto, a la idea de una totalidad política orgánica no puede llegar, ni el iusnaturalismo empírico, que se asocia a la multiplicidad de los individuos y a las determinaciones que definimos como relaciones entre los individuos (instinto de conservación, sociabilidad o a-sociabilidad, etc.), ni el iusnaturalismo formal, que no se arriesga a superar la oposición entre la unidad del derecho formal –ideal- y la multiplicidad de los individuos empírico –reales-.

Como fundamento del derecho, Hegel contrapone a ambas corrientes la noción de “eticidad orgánica” entendida, bien como el momento de la unidad absoluta, en cuanto esta comprende en si la oposición de la unidad y de la multiplicidad y es totalidad absoluta, bien como el momento de la “concreción”, puesto que la unidad que esta realiza no es la aparente del iusnaturalismo empírico (en la que los individuos son constreñidos a la unión por una coerción externa), ni la del iusnaturalismo formal, sino la unidad real constituida por el ethos de un pueblo.

En la fenomenologia del espíritu, el derecho se relaciona con esta “eticidad absoluta” (En la que el momento unitario absorbe en si toda distinción), como una forma de “Eticidad relativa”, esto es, imperfecta, en la que la unidad no se expresa todavía en la vida concreta del pueblo, sino que se manifiesta únicamente en la exteriorización de la igualdad de todos frente a la ley. El derecho se configura, de esta manera, como una forma inferior de eticidad: esto representa un momento intermedio entre el ámbito de las necesidades individuales, todavía inmerso en el elemento de la particularidad, y la totalidad ética absoluta, que realiza perfectamente la organicidad y la universalidad de la vida práctica. La esfera jurídica no puede, por eso mismo, pretender tener una existencia autónoma, sino que debe ser considerada únicamente como un “momento” de la totalidad omnicomprensiva que es la eticidad absoluta.

El derecho encuentra su justificación y su dignidad al presentarse como la otra cara de la ética, como el momento en el cual esta ultima se traduce en un obrar consciente, mediando la oscura conciencia de un fundamento absoluto (el derecho de los hombres) y llegando a ser ley conocida universalmente (la ley actual). Al derecho así entendido se contrapone el “estado de derecho”, esto es, el derecho abstracto en el que el individuo no es mas que sujeto jurídico portador de unos derechos singulares –como persona- , componente atómico de una sociedad, privada de unidad orgánica, que se mantiene unida únicamente por la aparente ligazón de la igualdad formal.

sábado, julio 07, 2007

El derecho como “Ethos” (parte 1)

En un pasaje de los principios de la filosofía del derecho (333), Hegel liquidaba el proyecto Kantiano de paz perpetua y planteaba su convicción acerca de la imposibilidad de instaurar un orden jurídico internacional:


“No hay ningún pretor entre los estados, a lo sumo mediadores y árbitros, e incluso esto de un modo contingente, es decir, según la voluntad particular. La representación Kantiana de una paz perpetua por medio de una federación de estados que arbitraria en toda disputa y arreglaría toda desavenencia como un poder reconocido por todos los estados individuales, e impediría así una solución bélica, presupone el acuerdo de los estados, que se basaría en motivos morales o religiosos, y siempre en definitiva en particular voluntas soberana, con lo que continuaría afectada por las contingencias”.

Los fundamentos de esta aseveración eran dos: por un lado, la negación de la existencia, a cualquier nivel, de un orden jurídico inscrito en la naturaleza; por otro, la afirmación de la dependencia del derecho de la esfera de la ética y, como consecuencia, su subordinación a esta.

Respecto a la primera idea, Hegel es consciente de ser heredero de una vieja tradición de siglo y medio. En las lecciones de la historia de la filosofía, Hobbes aparece como el autor de la ruptura de la conexión entre naturaleza y orden jurídico, asimilando el estado natural a una condición de aparente conflictividad y confiando la instauración de las relaciones jurídicas a una institución artificial, como es el estado. Mas que investigar sobre los fundamentos del derecho en el orden natural, Hobbes reconduce la naturaleza del poder estatal a principios que residen en nosotros mismos, que reconocemos como nuestros. Según el cuadro trazado por Hegel, la institución hobbesiana es posteriormente desarrollada por Rousseau, para quien el derecho no se sustenta ni en el elemento natural ni en el histórico –constituciones reales, fundadas en la coerción y en la violencia- sino por la voluntad general, desde la que, cada uno, obedeciendo a la totalidad, se obedece, por tanto, a si mismo. Aunque sea de modo confuso y aun viciado por las propias limitaciones del empirismo, Hobbes y Rousseau comprendieron que el origen del derecho debía ser investigado, no ya en el ámbito de la naturaleza, sino en el del espíritu. El carácter no natural del derecho se aprecia mucho mas claro en Kant, con quien se supera el iusnaturalismo empírico por medio de una concepción del derecho que sitúa el fundamento del orden legal en el a priori de la razón pura. La ambigüedad de la propia expresión “derecho natural” –el derecho se comprende, de un lado, como inscrito en la naturaleza, del otro, como resultante de la naturaleza racional del hombre- ya percibida por Kant, la denuncia abiertamente Hegel:


“La expresión derecho natural, que ha sido corriente para designar la doctrina filosófica sobre el derecho contiene la ambigüedad de si con ella se quiere decir que el derecho se da inmediatamente como algo natural o que el derecho se determina por la naturaleza de la cosa, es decir, por el concepto. El primer sentido era el que se asumía en otro tiempo; y así se fabulo a la vez un estado de naturaleza en el que se presumía que debía estar vigente el derecho natural, frente al cual el estado, el estado civil y político reclamaba y llevaba consigo mas bien una limitación de la libertad y un sacrificio de los derechos naturales. Pero en realidad, sin embargo, el derecho y todas sus determinaciones se fundan únicamente en la personalidad libre, es decir, en una autodeterminación que es mas bien lo contrario de la determinación natural” (Enciclopedia de las ciencias filosóficas, 502)


viernes, julio 06, 2007

El derecho como “Ethos” (introducción)

“El derecho, como el aire, esta en todas partes”. De este modo tan expresivo señala un actual teórico del derecho un carácter envolvente del derecho en nuestras vidas, una presencia que además es necesaria para la convivencia social y política de los hombres. A grosso modo el derecho viene a regular, asegurar y garantizar unos derechos de los hombres, pero la gran pregunta es si existen esos derechos de los hombres, si hay unos derechos del hombre, con anterioridad e independencia del contrato social, o sea si se puede dar un iusnaturalismo o derecho natural, y ese es el tema que busco abordar desde el punto de vista de Hegel (en tres partes), pero antes me gustaría presentar una pequeña definición del iusnaturalismo:

El iusnaturalismo (ius naturale) sostiene que hay unos derecho propios y originarios del hombre, con independencia del contrato social y del ordenamiento jurídico positivo, e inalienables; innatos, por decirlo así, a la naturaleza racional de los hombres. El derecho natural comprenderá las normas no escritas adecuadas a los derechos naturales y originarios del hombre, reconocibles e interpretados por la razón humana. El derecho natural expresa un orden natural inscrito en la naturaleza del universo y también del hombre mismo. Que este orden remita, a su vez y en última instancia, al orden eterno establecido por Dios (iusnaturalismo teológico: la ley natural no seria sino la replica de la ley divina), o se sigue sin más de la naturaleza de la razón humana (iusnaturalismo racionalista), ello no quita para la definición esencial del derecho como derecho natural. Según el iusnaturalismo, la ley o norma positiva ha de seguirse de la ley natural, y el derecho positivo ha de adecuarse al derecho natural: de no ser así, un sistema normativo podrá considerarse “legal”, pero no “justo”.

Hasta la próxima...

martes, junio 12, 2007

¿Ha sido dejada de lado la imaginación en educación actual? - Imaginación y educación (parte uno)

Recuerdo que cuando niño buscaba crear juegos, e idear nuevas formas de divertirme. Para mí era fundamental poder imaginar nuevas cosas que me impresionaran y me llevaran a nuevos mundos, pero gran parte de esto se ha perdido en el mundo actual lleno de inmediatismos y practicismos.

Ya lo dice Locke: "preguntar en qué momento tiene ideas un hombre es tanto como preguntar cuando empieza percibir, puesto que tener ideas y percibir son la misma cosa".

Las ideas y la percepción son áreas que van unidas, pero no podemos dejar de lado a la imaginación lo cual ha sido dejada en demasía en educación actual, de que es preferible fomentar resultados altos en pruebas nacionales (léase simce o PSU), entrenando al alumno a resolver ejercicios o leer de forma efectiva, dejando así de lado todo trabajo que permite despertar, activar y reactivar el imaginación.

Ojo, no digo que la imaginación queda en el olvido, sino que ha pasado a segundo plano en nuestra educación, lo cual puede ser nefasto para el desarrollo ideas y la creación (ambos son pilares fundamentales para generar nuevos profesionales, investigadores y ciudadanos), y dificultaría en demasía la crítica y la reflexión. Creo que Hume puede ayudarme a explicar en parte esto:

"Es evidente que la mera vista o contemplación de la grandeza; ya sea en la sucesión o en la extensión, eleva nuestra alma y nos proporciona un sensible deleite placer. Una amplia llanura, el océano, la eternidad, la sucesión de varias edades, son objetos agradables y sobrepujan a los que, aunque bellos, no acompañan su belleza de una grandeza apropiada. Ahora bien: cuando un objeto muy distante se presenta a la imaginación, reflexionamos, naturalmente, sobre la distancia interpuesta entre él y nosotros, y concibiendo por este medio algo grande magnífico, experimentamos la satisfacción que le es usual. Como la fantasía pasa fácilmente de una idea a otra relacionada con ella y transportada a la segunda, todas las pasiones despertadas por la primera, la admiración que se dirige a la distancia se difunde naturalmente sobre los objetos distantes".

sábado, junio 09, 2007

Las utopías: Definición y concreción

"Un mapa del mundo que no incluye la utopía", dijo Oscar Wilde, y "no merece ni que se le mire, pues deja al margen al único país en el cual la humanidad está desembarcando siempre. Y, cuando lo humanidad pone el pie en tierra, mira el horizonte y descubriendo un país mejor, se hace a la vela. El progreso es la realización de las utopías"

¿Es cierto? ¿Se han realizado regularmente las utopías? Esa es una de las grandes interrogantes de nuestros días, a pesar de que muchas personas piensan que "la historia circular", o sea que lo que no resultó anteriormente tampoco resultará en ésta época ("todo lo que sube tiene que bajar, especialmente la civilización"). Al parecer, las utopías han resultado ciertas (en parte), pero sólo en el mundo exterior, ya que siempre seremos los mismos interiormente hablando, ya que por un lado la ciencia nos ha acercado a la utopía (prolongando nuestras vidas, dándonos más comodidad, etc.), pero también nos ha alejado de cualquier utopía, puesto que el progreso ha contaminado nuestras almas mediante el inmediatismo, las ansias de poder y la comodidad. Pero primero veamos que significa utopía.

Utopía: la palabra, creada por Tomás Moro significa "lo que no se da en ningún lugar". Una utopía ética o política es una construcción racional de cómo debería ser la sociedad y la relación entre ciudadanos. El pensador, partiendo de unos principios fundamentales, dice cómo debería ser realmente la sociedad para ser perfecta. Los pensadores utópicos pretenden crear sociedades si ninguno de los defectos que observan de la sociedad presente.

El término utópico se usa como adjetivo en tono despectivo para resaltar que una propuesta está muy lejos de la realidad, por muy buenas intenciones que tenga.

Los dos primeros pensadores que crearon teorías políticas sobre utopías fueron Platón y San Agustín: el primero planteaba una polis ideal en donde todo giraba en torno a la república, nadie era dueño de nada y a la vez todos eran dueños de todo. El segundo ideaba una ciudad de hermandad y colaboración, la cual tenía como fin la esperanza de la llegada de un nuevo reino, el reino de Dios.

Y he aquí mi interrogante ¿podemos pensar en la concreción de una utopía o es sólo una de tantas esperanzas de nuestras vidas (algo así como el opio de una cultura)?

sábado, mayo 19, 2007

La filosofía ¿amor a la sabiduría?

La filosofía como bien sabemos etimológicamente significa "amor a la sabiduría", pero ese significado duró poco tiempo, ya que de Aristóteles en adelante ese amor pasó a ser un poco más riguroso, y más que amor, muchas veces se trató de una búsqueda, pero no cualquier búsqueda sino una búsqueda que muchas veces era caso perdido, algo así como la frase expuesta por Tomás de Aquino; "el que busca encuentra" (Qui quaerit, reperit), aquí el verbo buscar tiene un carácter peculiar, y solamente latín podemos encontrarlo, y es que esa búsqueda nunca va a terminar, es un buscar sin encontrar.

Volviendo a la idea inicial, ese amor la sabiduría fue pasando poco a poco a una búsqueda que no esperaba (o no tenía esperanza) de llegar a una respuesta, la idea era valorar la búsqueda sólo por buscar, y no por encontrar, y es ahí donde se valora la filosofía, no como medio de encontrar todas las respuestas sino se valora a la filosofía por sí misma, y eso hasta el día de hoy no lo ha logrado casi ninguna ciencia, ni credo y mucho menos algún movimiento.

Parece que Aristóteles tenía razón al decir que la filosofía es la disciplina más inútil, pero la vez la más necesaria (por si acaso me llegase equivocar, creo que también los expuso Heidegger). Saludos y hasta la próxima.

lunes, mayo 07, 2007

La igualdad de oportunidades



A lo largo de nuestra breve historia humana, ha existido una de las actitudes inherentes al ser humano (producto de la codicia o de las ansias de poder) que ha creado más conflictos que cualquier otra cosa, esto es la igualdad diferenciada para los seres humanos (aunque suene contradictorio).

La desigualdad se puede observar el Egipto, Grecia, Roma, China, etc. Ni los mismos cristianos en sus inicios se salvaron de esto. Ahora me pregunto, ¿será tan complicado renunciar a nuestra predisposición por el poder? ¿Será tan necesaria la desigualdad para que exista una sociedad?

Estas son algunas de las interrogantes que me surgen, y no solamente a mi sino que también han surgido en filósofos, historiadores, economistas, etc.. Cada uno lo aborda una manera diferente, mientras algunos apelan a la violencia y a la revolución, otros sentencian que la desigualdad es un mal necesario, y por último están los que piensan que poco a poco, humanísticamente hablando, podremos acercarnos día a día, un poco más, a una aproximación de igualdad (léase igualdad de oportunidades y no de metas y logros).

Bueno amigos, me despido agradeciéndoles a todos los que han apoyado este proyecto que ya cumple un año, saludos a todos y feliz cumpleaños Agora.

martes, abril 17, 2007

El mito en nuestra vida cotidiana

Comúnmente, asociamos la explicación mitológica con un cierto grado de ignorancia, de baja cultura, o de desencanto hacía un explicación científica, pero muchas veces olvidamos que hemos avanzado poco o nada de ésa explicación mitológica Griega que fue origen de la cultura griega.

Confiamos cotidianamente en que el otro será bueno conmigo (por ser "el prójimo"), nos arraigamos en credos, buscamos el sentido de nuestras vidas en formas o entes externos, pero olvidamos que lo que hacemos es tratar de buscar una salida anexa, es tratar de dar una solución alternativa a nuestras vidas, es volver a lo mitológico, ya que personificamos la esperanza, concretizamos los deseos, humanizamos lo que "es" (y solamente es... Ni bueno, ni malo), y por último buscamos un origen alejado de nuestras manos, con lo cual "mitologisamos" todo lo que queremos obviar, lo que no queremos enfrentar, o sencillamente lo que no queremos afrontar como seres-en-el-mundo. O quizás nunca salimos de la explicación mitológica.

Mil disculpas por no haber escrito antes, pero ya estoy de vuelta. Un gran saludo a "economía en tiempo real", si se podría decir así, blog hermano de éste, un gran saludo en su primer año de vida, sigue así Sergio.

martes, marzo 13, 2007

Aviso
Amigos y amigas, debido a una tendinitis que me tiene molestando no he podido publicar, pero prontamente estaré con los articulos a los cuales los tengo acostumbrados. Paciencia y saludos. Nassusmagnus.

martes, enero 02, 2007

Año nuevo, esperanza nueva y búsqueda antigua



Cada año nuevo se me presenta con una tonalidad parecida, a veces me huele a un cierto deja-vu, pero escucho esa típica frase “año nuevo, vida nueva”, con lo cual quedo perplejo tratando de descifrar esa máxima...año nuevo, vida nueva....ufff, no entiendo como podemos proyectar una vida nueva dentro de un mundo tan repetitivo, quizás podemos dar tonalidades, si, por que no, podemos agregar un cursillo a nuestro currículo, o una nueva experiencia de vida, explorar en alguna tendencia política o económica, o indagar en nuestro cuerpo cuan faquires...año nuevo, vida nueva, acaso renaceremos cada año como el ave fénix, pero entonces da lo mismo la fecha ya que podemos renacer en marzo o en octubre....que complicada frase.

Una vez un amigo me decía que el tiempo es el único maestro que mata a sus discípulos, cuanta verdad había en esa aseveración, la cual no era nada nuevo, ya que os griegos ya lo habían expuesto en sus mitos a través de crono devorándose a uno y cada uno de sus hijos, entonces si el tiempo no se detiene, fluye, puede haber esa suerte de nueva vida, al parecer no, ya que el tiempo continua mostrando que el saldrá victorioso, y por ende, no hay espacio ara un nuevo año, o una vida nueva, sino que vivimos en una constante cuenta regresiva de nuestras vidas, que por más que queramos darle nuevas y diferentes tonalidades, tarde o temprano tendrá que extinguirse.

Pero para rematar esta cuestión, también podemos observar que nuestra vida a pesar de tener un principio parte mucho antes de lo que se cree, ya sea en ideologías, creencias, etc. y se extingue mucho después de nuestras muertes, entonces que pasa...somos eternos acaso.... Pues quien sabe, pero por ahora lo único cierto es que se abre un nuevo año en el cual espero dudar mucho mas, y asombrarme tal como los infantes... Para finalizar, quisiera exponer este poema de Cavafis. Feliz año nuevo amigos...

“Nuevos lugares no hallarás, no hallarás otros mares.
La ciudad te seguirá. Rondarás por las mismas calles.
Y en los mismos barrios te harás viejo
Y en las mismas casas encanecerás.
Por más lejos que vayas, lo más lejos que anheles,
De nuevo en la misma ciudad te veré
Ah!, si tu vida la destruistes aquí,
En ese rincón pequeño, ¡En toda la tierra la destruistes!

Cavafis